Capítulo 3. Las Idas y venidas de los mensajeros
Las idas y venidas de los mensajeros.
Bernardino de Saragún |
Moctezuma instruye a sus mensajeros.
Moctezuma dio ordenes principalmente a su gente de confianza que eran Cuetlaxtlan, Pínotl, y a todos ellos los mando a vigilar la orilla del mar por donde "los forasteros" pudieron llegar, inmediatamente sus mayordomos fueron a vigilar.
Mientras tanto, Moctezuma se reunió con sus príncipes: El Cihuacóatl Tlilpotonqui, el Tlacochcalcatl, El Tizociahuáctl, el Huiznahuatlailótla, a los que les contó el relato y les mostró las joyas que había mando hacer.
Cuando Moctezuma se entera que los forasteros estaban llegando, inmediatamente manda mensajeros ansioso, como si del mismísimo Quetzalcóatl se tratará.
Los dones que ofrecen a los recién venidos.
Tesoro de Quetzalcóatl:
- Una mascara de Serpiente.
- Un travesaño para el pecho, hecho de plumas de quetzal.
- Un collar tejido a manera de petatillo, que en medio tenia colocado un disco de oro.
- Unas sandalias de obsidiana.
Atavío de Tezcatlipoca:
- Un capacete de forma cónica de oro.
- Orejeras adornadas de cascabeles de oro.
- Juego de cascabeles de oro que se atan al tobillo.
Atavío de Tlalocan Tecuhtli:
- Una peluca de plumas de quetzal.
- Su bastón en forma de Serpentina con mosaico de turquesas.
- Orejeras en forma de serpiente.
Llegan los mensajeros ante los españoles.
Los mensajeros iban en canoas, acercándose lentamente a los barcos de los "forasteros", una vez que llegaron, por medio de un gancho subieron a la nave y fueron dejando uno a uno los tesoros que mando Moctezuma. Los mensajeros expresaron: "Dígnese oírlo el Dios, viene a rendir homenaje su lugarteniente Moctezuma , él tiene en cargo la ciudad de México".
Enseguida le pusieron al capitán una mascara de turquesas, y muchos de los tesoros que llevaban de parte de Moctezuma. sorprendido por la hospitalidad el capitán exclamo: "¿acaso esta es vuestra ofrenda de bienvenida? ¿aquello con que os llegáis a las personas? ; y los mensajeros respondieron:"Es todo: con eso hemos venido, señor nuestro".
Cortés trata de poner temor a los mexicas
Cortés dio ordenes de atar a los mensajeros y les pusieron hierros en los pies y en el cuello. Hecho eso, dispararon el cañón grande.
En ese momento los mensajeros cayeron, perdiendo el juicio, cada uno por su lado. Pero inmediatamente los españoles los levantaron, les dieron de comer, les sirvieron vino.
Después de que los mexicas se recuperaron del incidente, Cortés por medio de una conversación que tuvo con los mensajeros (tratando de imponer autoridad), les pregunta a los mensajeros si es bien sabido que los mexicanos son muy fuertes y guerreros, a lo que ellos inmediatamente le responden con seguridad que el recibimiento que le darán sera completamente pacífico. finalmente Cortés se prepara para zarpar.
Regreso de los mensajeros.
Con prisa los mensajeros regresaron de vuelta a México, a avisar a Moctezuma las cosas que habian visto, al contarle, Moctezuma se veía triste, abatido, preocupado por lo que podría pasar cuando estos seres que el creia Dioses, zarparan y llegaran a tierras mexicanas.
Ordena Vigilancia constante en toda la costa , y que aunque este durmiendo si zarpan "los dioses" le avisen inmediatamente. Además, realiza múltiples sacrificios en honor a los dioses que están a punto de llegar.
Lo que vieron los mensajeros.
Los mensajeros informaron de todo a Moctezuma, lo que estuvieron viendo, y como era la comida de los españoles. cuando escucho lo que le dijeron los mensajeros, su reacción inmediata fue de espanto y admiración. Y lo que mas le asusto fue cuando le narraron el disparo de la bala de cañón que lo describían como "una bola de piedra sale de sus entrañas: va lloviendo fuego, va destilando chispas, y el humo que de él sale, es muy pestilente. Sí da con un cerro, lo hunde y sí da con un árbol lo destroza".
También le describieron su vestimenta: "hierro se visten y hierro ponen como capacete en sus cabezas, hierro en sus espadas, hierro en sus arcos, hierro en sus escudos y en sus lanzas."
Otras descripciones importantes sobre lo que vieron los mensajeros: "Sus perros enormes, de orejas ondulantes y aplastadas, y son muy fuertes y robustos", "Alimentos, grandes blancos, no pesados cual si fuera paja".
Todas estas descripciones solo empeoraron el temor y la angustia de Moctezuma.
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